giovedì 30 giugno 2022

SEMBLANZA 


FRANCISCO MONTOYA DE LA CRUZ: UNA BREVE SEMBLANZA

Por: Francisco Rugo Montoya Burciaga.

Ciudad de Durango, septiembre de 2016


En la Escuela Mexicana de la Pintura sobresale, por su vasta aptitud en sus expresiones como pintor, escultor y muralista, Francisco Montoya de la Cruz. De su padre Benigno Montoya Muñoz, pintor, escultor y arquitecto, absorbe las primeras lecciones en la talla directa, el dibujo y la pintura.

Era necesario acercarnos, presentar en conjunto y oportunamente al público por medio de un buen número de ilustraciones —así la conciencia artística trasciende a un nuevo valor del arte mexicano y universal- No hemos conocido a un muralista, pintor y escultor de su generación que haya tenido cualidades tan destacadas como las suyas y que pueda presentar una obra de arte tan vigorosa y de potencial creatividad.

Se incluye en la presente monografía lo que nos ha parecido esencial de las ilustraciones indispensables para dar alguna idea de la obra de Francisco Montoya de la Cruz,  incluimos un apéndice sobre su trayectoria en que se cuentan los sitios, fechas y acontecimientos notables.

Después de la vasta producción de los pintores muralistas —Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros—, alcanzar los niveles de estos artistas no fue una empresa fácil.

Originario de la Ciudad de Durango, Dgo., Francisco Montoya de la Cruz (1907-1994) estudió en la Academia de San Carlos (actualmente, Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, ENAP-UNAM), en que fue profesor de pintura. Residió en Chicago, Illinois, donde asistió al Instituto de Arte de Chicago.

En 1927 conoce a Diego Rivera cuando pintaba en la Secretaría de Educación Pública (SEP), lo cual le impresionó gratamente al grado de inscribirse en la Academia de San Carlos en 1929, donde estudió cinco años. Ahí se encuentra nuevamente con Diego como discípulo de la institución  posteriormente, en 1930 el Lic. Vicente Lombardo Toledano estaría al frente de la Academia como director.

La conformación del régimen posrevolucionario significó el momento histórico que permitió al maestro Montoya de la Cruz externar su deseo de servir a través de su arte. Es su meta, su propósito y su ideal, servir a su patria chica (ideales difíciles de encontrar en la actualidad).

Para entonces, a instancia de Rivera se traslada a Colima en 1934, para decorar el cubo de la escalera del Palacio de Gobierno. En este tiempo su pintura mural observa una fortaleza poco común en su forma de expresarse, aunada a su gran capacidad de síntesis. Su calidad es diferente y muy agradable, que es su textura que deja en la superficie de su murales la que les da un valor estilístico, una técnica propia a sus composiciones plásticas.

De Diego Rivera —su amigo y admirado artista— asimiló las lecciones de composición, color y su técnica.

La obra del maestro Montoya da cuenta de una vida de trabajo, búsqueda, encuentros, reflexiones y aspiraciones —es la lucha de un hombre que, por crear su estilo propio, más que definirse a sí mismo acabó por encontrar su personalidad.

Su pintura mural se caracteriza por ser una representación de hecho histórica con un sentido revolucionario de lucha social. Asimismo, marca vigorosamente el mensaje que señala la importancia al espectador, el beneficio para la especie humana que son el trabajo, la ciencia, la tecnología y la educación, señales del progreso social.

Cuando el maestro Montoya llega a Chicago en 1924 se encuentra con las nuevas tendencias vanguardistas Avant-Garde (1914-1929), movimiento de los más utilizados para el desarrollo del arte en el siglo XX, sea para definir posturas ante el arte y su papel en la sociedad.

En este contexto, Montoya de la Cruz empieza a introducirse en estas tendencias —podemos señalar particularmente el Constructivismo y el Expresionismo, ambos relacionadas con la exactitud en las imágenes de la pintura figurativa, definida con las formas geométricas; corrientes artísticas que favorecieron la expresividad del maestro Montoya.

En 1930 trabaja extensamente en su obra de caballete, pero su orientación había surgido en definitiva hacia el Muralismo, ampliando sus posibilidades plásticas de líneas, formas y color. Lo importante es su capacidad de ser un excelente ‘fresquista’, con sus variados colores de tonos claros o azules, verdes y rojos o, bien, grises, cafés y azules.

De entonces datan los murales al fresco realizados en el Palacio de Gobierno de Colima, en 1934: «Alegoría a la producción agrícola»; y en 1937, en La Casa del Campesino, en Durango, los frescos con temas relativos a la posesión de la tierra; murales que en Durango se utilizo por primera vez la técnica del “fresco”

En la ciudad de Gómez Palacio, Dgo. están los murales relacionados con la Expropiación Petrolera, inaugurados por el mismo Gral. Lázaro Cárdenas. Es conveniente hacer notar que en estos murales es donde el Maestro se expresa con una pincelada más fina para definir los volúmenes y reducir la escala de colores, lo que produce una pintura de mayor fuerza y con una personalidad más precisa.

Decora la antigua Escuela Normal del Estado con diversos frescos con los temas «Sistema feudal», «Imperialismo», «Emancipación de la mujer» y el «Comunismo primitivo».

En 1943, en la ciudad de México en el edificio denominado Posada del Sol realiza los murales al fresco más pequeños del país, de apenas un metro por 60 centímetros, donde ilustra la Historia de México desde su origen hasta la Expropiación Petrolera (18 de marzo de 1938) y un conjunto de seis volcanes que evoca el reciente estallido del Paricutín —en Michoacán en el mismo año—, y recordando la eterna pasión del Dr. Atl (Gerardo Murillo) por las montañas en erupción y el arte pictórico.

El maestro Montoya adopta un esquema emanado de la realidad sociopolítica y económica de México. En este sentido, sus murales le han dado la posibilidad de conjuntar sus dotes de artista creador con su concepción humanista de la Historia, integrando impulsos emocionales subjetivos con su compromiso político de hombre de izquierda que siempre fue.

En su obra monumental está siempre viva la realidad, ya que propone las condiciones circundantes como susceptibles a ser modificadas por sus condiciones mismas, que determinan el devenir del mundo y su capacidad de transformación.

Montoya siempre estuvo convencido por encima de todo lo que representa un paisaje social como el que se agita con inquietud en su mente. No es la fuerza de los hechos, el vigor de las verdades, sino la realidad de lo que él ve y siente; y lo que importa en las creaciones artísticas llamadas sociales no son motivos que el pintor elige como fundamento más que como fondo de su creación plástica, sino la grandeza con que los elementos artísticos puestos en juego humanizan los hechos y realidades que le darán perpetuidad a su obra.

De su producción muralista resalta «La Vida y el Amor», fresco realizado en 1951 en la Ciudad de México, en la casa del Lic. Francisco Quintana.

En el Palacio de Gobierno del Estado de Durango, sus frescos de 1950 con los temas la «Educación», las «Vías de Comunicación» y los «Recursos Naturales y su Transformación».

En la Sala de Gobernadores del mismo Palacio de Zambrano nos encontramos con el extraordinario mural con largo historial de pugnas entre diputados por su desaparición… Éste trata el tema relativo a la «Emancipación de los Obreros».

El maestro Montoya no titubeaba en la selección de los temas con firmeza y, sin duda, originalidad. Sobresale como en otros murales el colorido que le da el Maestro a sus concepciones en el manejo de los colores amarillo, azul y café que le abren con matices ricos, buena concentración pictórica y poder cubriente.

En el grupo mural de 1951 localizado en el ex Palacio Municipal de Durango, o Palacio de Escárzaga (actualmente, Museo de la Ciudad «450»), en el cubo de la escalera aparecen los murales de la «Fundación de Durango», la «Lucha por la Independencia» y los «Maderistas toman la ciudad de Durango», donde su composición, proporción y color, a pesar de que los tres muros que forman este conjunto ostentan diferentes medidas en su extensión, los personajes representados—vistos desde abajo a la distancia— parece que están en un mismo plano y en la misma proporción.

Respecto a la técnica utilizada, fue a la ‹vinelita› —material plástico obtenido del cartón y el oxígeno. Aplicada en paredes de aplanado de cemento, en sus murales nos muestra la importancia del pensamiento y la acción del que los porta; mas, en vez de ángeles, santos, jueces, patriarcas y demás héroes de la Historia Sagrada, los habitantes de sus muros son personajes de la Historia del hombre mexicano.

En los muros que componen su obra nos encontramos con la «Adelita» (1952), en que igualmente utilizó la vinelita. A este mural lo encontramos a la entrada del bar de «Sanborn’s» —la ex Posada «Durán»— en Durango, pincelado sobre tableros de triplay desmontables. Originalmente, esta obra iba a denominarse «Gral. Francisco Villa», propuesta que no se le aceptó, habiendo sido sustituida la imagen del Centauro por la soldadera, que en contenido es un pasaje revolucionario.

Aquí, el maestro Montoya recurre a la descripción de la escena señalando al espectador como figura central a una mujer campesina empuñando un rifle. A sus pies circula el ferrocarril, sobre el que aparecen campesinos armados como símbolo de la lucha armada emprendida por la División del Norte y su comandante.

En la parte superior flotan unos rostros humanos que entonan las notas musicales de «La Adelita», plasmadas por «Chalío» Salas (Rosalío Salas Ceniceros), guitarrista clásico duranguense;  El mural en sí representa una simbología con una lectura directa que el observador reconoce con facilidad, el valor conceptual e interpretativo en que se basa la obra.

De 1952 es su «Alegoría al Automóvil del Futuro», fresco ubicado en la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Durango —un mural poco conocido. Ésta es susceptible de una profunda lectura, pero hay una primera y obvia que es entendible a un público vasto y heterogéneo.

En este mural el Maestro ha creado la visión de un cosmos en ebullición por el que transitan candentes chispazos futuristas  obra que expresa la gestión de un mundo nuevo. Su creación es hija de una poderosa imaginación con las vibraciones que se desprenden del color y con un sentido hacia lo monumental.

Observamos que los pigmentos minerales usados son más vivos y las mezclas tienden a ser más vibrantes debido a su pureza, trasparencia natural y concentración de color —los pigmentos utilizados captan mejor las cualidades de color de la luz y la sombra natural.

Otro hecho trascendente dentro de su carrera profesional tuvo lugar en 1952. Radicado desde entonces en la Ciudad de Durango y siempre preocupado por el desarrollo cultural de su entidad, emprende importantes proyectos de investigación artística: uno de ellos es la creación de la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías (EPEA), que nace con la mirada vuelta a las raíces propias para dar paso a la creación que debe realizarse, con la aplicación de los conocimientos de la tecnología más adecuada y moderna en el profundo conocimiento de la tradición y de la realidad actual, y empleando para hacer una obra de arte con esa facultad humana que se llama imaginación, para que a lo largo de los años tenga Durango una artesanía con carácter y estilo propio; y en que la pintura, la escultura, el vidrio, los textiles y la fundición realista formen parte o se integren a un conjunto armónico.

Promueve el museo en su inicio, el primer museo existente en la Ciudad y que en 1973 se convirtió en el Museo de Arqueología e Historia del Estado de Durango, dependiente de la Universidad Juárez del Estado (UJED) —actualmente denominado Museo Regional de Durango «José Ángel Rodríguez Solórzano».

La existencia de la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías significa para el maestro Montoya “La avanzada más importante en los tiempos modernos de las artes plásticas en México en la región norte del país con el esfuerzo y el entusiasmo más vigoroso que he desplegado en mi vida”.

El avance cultural en Durango que le dio la EPEA en el área de artesanías y artes visuales es indudable, y nos preguntamos:

— ¿Cuál es el límite entre arte y artesanía?

Seguramente, depende de nuestro punto de vista sobre los propios objetos a los que llamamos arte o artesanía, producto de la necesidad humana de interpretar el mundo social y natural en que vivimos, con fantasía y con imaginación. No importa mucho si esto se hace de manera individual o colectiva, o si se expresa en piezas artísticas de adorno o útiles para la vida cotidiana. De todas maneras la función es la misma.

Incluir la teoría y la práctica en el vidrio soplado, la cerámica, el grabado y el tejido textil no sólo hizo posible actualizar sus enseñanzas de las artes visuales que son la base de la labor difusora que hace la EPEA. Su obra está anclada en el pensamiento del pueblo; se inspira en lo autóctono, en el arte popular.

Confiesa que la pintura de Diego Rivera fue el arte donde recoge de primera mano la expresión popular que los inspiró a sentir y recrear la realidad mexicana.

El genial artista Francisco Montoya de la Cruz ha dado a la plástica valiosos aportes y bien puede considerársele como un gran innovador en la pintura y las artesanías, no sólo en el aspecto formal sino en la investigación de nuevas técnicas y su aplicación en el desarrollo productivo.

Es necesario fijar la atención en un grupo de obras monumentales, bustos, bajorrelieves, piezas  artesanales, todo ese trabajo realizado en bronce y que a nuestro juicio sitúan al Maestro entre los artistas del país más versátiles:

Las imponentes esculturas ecuestres del Gral. Francisco Villa, en las ciudades de Durango y Gómez Palacio, fundidas en 1973, muestra una excelente concepción y proporción como su extraordinario fundido.

El espléndido conjunto de «Juárez y el Estudiante» (1971), al fondo de la Plaza «Cuarto Centenario», se observa en sentido de verdadera monumentalidad, esbeltez, y la línea de su figura que nos muestra desde cualquier ángulo visual se resuelve con el detalle, como es el tratamiento de las manos del Presidente Juárez, lo que añade interés a la obra y la hace extraordinaria.

Las esculturas de Francisco Zarco Mateos, el conjunto de los Hermanos Arrieta, Francisco I. Madero, el aviador Francisco Sarabia y el Gral. Francisco Villa de pie tiene la fuerza por su forma y expresión que reflejan la personalidad que los caracteriza, rasgos propios concebidos de manera que, según el punto de vista, tengan las diversas expresiones y significaciones.

Las diversas esculturas de Montoya de la Cruz diseminadas a lo largo y ancho del país son de espléndido acabado, ya mencionado, junto con otras obras de igual importancia como es la gran cabeza en cantera del Lic. Adolfo López Mateos (1959) ubicada en el Estado de México, de aproximadamente 24 toneladas, ordenada por el gobernador Gustavo Baz Prada.

Con una amplia producción que se encuentra entre las más fructíferas y talentosas que México ha producido, por el contrario en su obra de caballete el elemento irracional y fantasioso nos remite clara y directamente al mundo de la subjetividad.

Quiero hacer por último una reflexión sobre el enlace que fue su tarea profesional en las artes plásticas y su más reciente obra de impulsar las artes sobre su preocupación en esta actividad, porque lo primero parecía colindar con la indiferencia de grupos de la convivencia artística  y de quien sólo pensaba en puestos y hacer negocio.

Esto produjo fricciones de opinión que supo llevar serenamente. No fueron los extremos de la controversia estética los que determinaban su desaliento, sino el vacío que encontraba al pretender dedicar sus aportaciones al interés cultural de la comunidad. 

Al poner punto final a esta brevísima e incompleta semblanza de un artista, no puedo menos que decir que, no importa el sitio donde en estos momentos se encuentre el Maestro, seguramente transmite en torno su inmarcesible entusiasmo por crear.



VISITA EN DURANGO LOS MURALES REALIZADOS 

POR FRANCISCO MONTOYA DE LA CRUZ




12 murales miniatura y 5 escenas de volcanes
Posada del Sol, ciudad de México



12 murales miniatura y 5 escenas de volcanes
Posada del Sol, ciudad de México



Gobierno del Estado de Durango, hoy Museo Francisco Villa




Casa del Campesino, hoy, transladados al Museo 450 de la Ciudad de Durango




Gobierno del Estado de Durango, hoy Museo Francisco Villa




Escuela Primaria 18 de Marzo, Gómez Palacio, Durango




Presidencia Municipal del Estado de Durango, hoy Museo 450 aniversario




Murales "strappatti" de la Casa del Campesino y transladados a la sala de Cabildo, 
en el centro de la ciudad de Durango




Escuela de Musica, hoy Instituto de Bellas Artes, Durango


Escuela de Musica, hoy Instituto de Bellas Artes, Durango


Escuela de Musica, hoy Instituto de Bellas Artes, Durango


pagina en construcción...


 PUBLICACIONES dedicadas al maestro Montoya de la Cruz:



Gobierno del Estado de Durango, 1984




Instituto de Cultura del Estado de Durango / Dirección Municipal de Promoción Turística / Feria Nacional Durango / Campesinos de America Unidos / Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 2009






Asamblea Legislativa del Distrito Federal, V Legislatura, 2010




Secretaría de Cultura / Gobierno del Estado de Durango 2014-2022 / Ediciones Instituto de Cultura del Estado de Durango.


 




Triptico promocional del Ayuntamiento 
Instituto Municipal del Arte y la Cultura del Ayuntamiento de Durango















Placas para auto del estado de Durango con imagen de Francisco Villa (2006-2008) 
Formato FZZ-99-99, con la imagen de la escultura ecuestre del General Francisco Villa, realizada (y fundida) en los talleres de la Escuela de Pintura del Estado de Durango, bajo la dirección del Maestro Montoya de la Cruz.

venerdì 16 luglio 2021

Hoy, 15 de julio 2021, a cerca 28 años de la muerte del maestro Montoya, se develaron en el honorable Congreso del Estado de Durango las letras doradas de 4 grandes personajes en la historia de nuestra ciudad, Durango, Dgo. Mx:

José Revueltas Sánchez 

Francisco Montoya de la Cruz

Dolores del Rio 

Hermila Galindo Acosta

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martedì 22 novembre 2011

AUTORETRATO FCO. MONTOYA DE LA CRUZ

ANTECEDENTES DE LA FUNDACION CULTURAL MAESTRO FRANCISCO MONTOYA DE LA CRUZ

ANTECEDENTES DE LA FUNDACION CULTURAL
MAESTRO FRANCISCO MONTOYA DE LA CRUZ A. C. (1996)

Para “La Palabra”



A dos años de la desaparición física del maestro Montoya en el año de 1996 un grupo de amistades coincidimos en la necesidad de preservar el patrimonio muralistico del maestro. Analizando su destacada trayectoria artística y su labor como educador con la fundación de la Escuela de Pintura Escultura y Artesanías, percibimos la necesidad de contar con una representación que nos permitiera iniciar las gestiones de intervenir en el rescate y restauración de inmueble denominado Casa del Campesino que se encontraba en deplorables condiciones, tanto el edificio como los frescos realizados en el año de 1936, esta primera aproximación a evaluar el plan de trabajo, a manera de diagnostico nos llevo a otro escenario; como era el panorama cultural en la entidad con la creación de la Escuela de Pintura Escultura y Artesanías fundada en el año de 1953 y la presencia de distinguidos duranguenses apenas se conformaba una parte del horizonte cultural, en ese momento era necesario abrir espacios a la participación organizada de la ciudadanía sensible a este movimiento en la promoción y difusión de la cultura para ello era oportuno la participación de los tres órdenes de gobierno y sociedad civil a favor del desarrollo cultural, desafortunadamente esta coyuntura no se dio, fueron desapareciendo los personajes ilustres de Durango y nos encontramos en una situación de statu quo, hasta la fecha.
No podría asegurar de quien fue la idea de la creación de una agrupación de carácter cultural que tuviera como propósito preservar el trabajo mural y la participación de apoyo a la diversidad cultural como voces interesadas en el desarrollo cultural de la entidad, lo cierto es que tanto el Lic. Ángel Rodríguez Solórzano y el Lic. Carlos Galindo Martínez ambos Ex- Rectores de la Universidad Juárez del Estado de Durango; fueron los iniciadores de este proyecto en el que trabajaron en la elaboración y redacción de los principios básicos de lo que ahora es la Fundación.
“Tenemos que aprovechar esta oportunidad de la mejor manera posible, tanto para el maestro Montoya como para nuestro estado.” Así se refería el Lic. Carlos Galindo M. presidente de la Fundación.
Se sumaron a este grupo el Lic. Alejandro Martínez Camberos, el maestro Alberto Beltrán, señor Richard Duffour, el maestro Rodolfo Gonzalez Villarreal señora Ma. del Carmen G. de Maqueo, Lic. Melchor Parral Q. Arq. Fernando Ramírez Díaz, C.P. Guillermo Madrazo V. Lic. Ricardo Lezama Pescador, maestra Emma Rueda Ramírez, señor Benancio Pineda N. señor Urbano Caudillo Rueda, Lic. Luis Lazalde Montoya, Lic. Erika Stenner y otras personas no menos importantes.
Con fecha del 6 de agosto de 1996 quedo inscrita en la escritura pública Nº 9485 volumen 315 que contiene el acta constitutiva en la notaria número 18 del Lic. Oscar Francisco Zarzosa Ruiz, que establece com objetivo general que surge, como testimonio de los distintos acontecimientos culturales donde un grupo de ciudadanos se manifiestan por el desarrollo cultural y la preservación del conjunto de bienes culturales considerados como patrimonio artístico de la entidad.
Era el tiempo del Gobernador Lic. Maximiliano Silerio Esparza (1992-1998) la Fundación trabajo en la elaboración de un proyecto que ofrecía la oportunidad de crear una nueva vocación al inmueble denominado, Casa del Campesino.
Que había:
A mediados de 1996 cuando iniciamos los trabajos de planeación y el proyecto para un Museo, se contaba con una casa ubicada en la calle de canoas·# 209, registrada con el número de cuenta #7317 y clave catastral 07-011-017 como propiedad del Gobierno del Estado que servía de albergue a estudiantes que administraba la Liga de Comunidades Agrarias ( C.N.C.) que acepto la propuesta de la Fundación en la reubicación de veinte estudiantes en un inmueble de renta también se hablo de becas que podían otorgarse a algunos alumnos.
Que se quería:
La Fundación proponía mejorar y llevar a sus últimas consecuencias las condiciones institucionales y físicas del edificio, que tuviera como propósito: coleccionar, conservar, exhibir, comunicar, contar con una perspectiva del arte mexicano, y la de integrar un Centro Cultural.
Este recinto demandaba su restauración incluyendo los frescos del maestro Montoya, nos dimos cuenta de inmediato, la oportunidad que se le presentaba al Gobierno para participar en el proyecto cultural que hubiese sido el mejor esfuerzo de difusión, más importante del sexenio del Gobernador Silerio; cuyos beneficiarios seria la comunidad duranguense.
Como lograrlo:
La Fundación propuso el plan maestro que definiera de manera general las necesidades del nuevo Museo y se cuantifico en costo y tiempo los recursos para alcanzar las metas; se filmo un video señalando las condiciones de deterioro del inmueble y de los murales para presentarlo al Gobernador.
Que se hizo:
Mientras se realizaban los trabajos arquitectónicos en el cual participaron los estudiantes de arquitectura del I.T.D. que hicieron el levantamiento topográfico bajo la dirección del arquitecto Cesar Aragón llevamos a cabo una serie de entrevistas con personas prominentes de la ciudad para conocer sus puntos de vista que fueron consignados en un libro que obra en poder de la Fundación, y que serviría para que el Gobernador Silerio conociera los pormenores del proyecto; Mencionamos que el levantamiento topográfico fue muy minucioso, se elaboraron los planos generales de: plantas, cortes y fachada del edificio.
Finalmente se presento el proyecto al Gobernador teniendo como asesor al Ing. Emiliano Hernández Camargo, que fungía como Secretario de Educación Publica, con el cual celebramos varias reuniones, durante esta administración plagadas de olvidos deliberados no se avanzo en el proyecto.
En el sexenio del Lic. Ángel Sergio Guerrero Mier (1998-2004) volvimos a presentar el proyecto que fue canalizado con el Lic. Héctor Palencia Alonso recién nombrado Director del Instituto de Cultura del Estado de Durango, comisionado del Gobernador girando este oficios para que el Secretario de Obras Publicas del Estado para que, coordinara el rescate del inmueble y los murales.
Cabe mencionar que el Lic. Héctor Palencia Alonso en el año de 1999 a través de la Fundación nos solicito el primer manual de funciones del I.C.E.D. después de varias entrevistas para afinar sus puntos de vista jamás volvimos a saber en qué quedo dicho trabajo que entre paréntesis ni las gracias recibimos.
Como Fundación seguimos adelante con nuestros propósitos, presentando libros, realizando exposiciones y buscando la difusión de la obra de los maestros Benigno Montoya Muñoz y Francisco Montoya de la Cruz.
En esta administración del Gobernador Guerrero Mier establecimos contacto con la señora Hortensia Magaña oriunda de Durango y radicada en los Ángeles California que se intereso en participar en el rescate de la Casa del Campesino y sus murales siempre y cuando el Gobierno del Estado y Conaculta participaran con los recursos; dada su proximidad con la presidenta de Conaculta la señora Sari Bermúdez que visito la Casa del Campesino a petición de la Sra. Magaña donde estuvieron la Sra. Margarita G. de Guerrero el Lic. Héctor Palencia, Lic. Carlos Galindo, entre otras personas, pensamos que la voluntad política del Lic. Guerrero Mier aceptaría esta iniciativa y saldríamos adelante. Desgraciadamente el Gobernador desatendió esta oportunidad y no se volvió a concretar nada, inclusive posteriormente contando con la buena disposición de la Sra. Bermúdez según comentario de la Sra. Magaña. Nuevamente caímos en una confusión interesada de parte del señor Gobernador. Posteriormente en dos ocasiones mas abordamos al Gobernador y no obtuvimos más que evasivas.
Con la administración del C.P. Ismael Hernández Deras (2004-2010) nos sorprendió el fallecimiento de nuestro presidente el Lic. Carlos Galindo Martínez el 1º de Enero del 2007 desaparición muy sentida por su sincera generosidad de dedicarle el tiempo que fuese necesario a la Fundacion y la simpatía que tuvo como amigo del maestro Montoya.
Sin embargo, en esta administración lo que parecía una buena señal para el inmueble y mas para los murales que fueron retirados el 5 de julio del 2005 por técnicos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, del I.N.B.A. dirigido por el maestro Walther Boelsterly Urrutia empleando la técnica STRAPPO de origen italiano; donde permanecieron en dicho Centro dos años, la explicación que nos parece más cercana a la realidad es que el Gobernador Hernández Deras nunca tuvo proyecto para la rehabilitación de la Casa del Campesino y mucho menos regresar los murales a su lugar de origen, solo el momento político definiría el lugar donde quedarían ubicados.
El destino de los murales siempre fue para nosotros una incertidumbre y una preocupación ante la cerrazón de las autoridades gubernamentales por el destino de los murales que todavía estuvieron embodegados otros dos años en el I.C.E.D. en ese tiempo se determino que el Palacio Municipal se destinara como Museo de la Ciudad para lo cual se le segrego una parte al edificio que en su momento parecía sería parte del Museo de la Ciudad ya que con fecha 3de julio del 2009 se inauguro este espacio con la colocación de los murales de la Casa del Campesino los cuales se estuvieron exhibiéndose al público como parte del Museo pero la sorpresa sucedió de un día para otro que este recinto resulto ser sala de museo, regiduría, y las oficinas del Presidente Municipal; se cerraron las puertas de la sala del museo y solo se abrirían cuando hubiera reuniones populares o reunión del cabildo, como dato adicional el Ing. Francisco Rugo Montoya Burciaga el día de la inauguración de este recinto en su intervención dentro del programa de inauguración le solicito al Gobernador que esa sala fuera denominada Sala Francisco Montoya de la Cruz. Petición que se llevo el viento de la indiferencia. Así transcurrió esta administración con una clara insensibilidad por el arte y la cultura en general.
Con el Gobernador Jorge Herrera Caldera (2010- 2016) la Fundacion inicia otra etapa de lucha en la protección de nuestra herencia patrimonial hemos evolucionado como agrupación con más dificultades, pero dentro de nuestro objetivos contenidos en nuestro documento básico
Tenemos la satisfacción que los planteamientos que hemos hecho a las autoridades de los tres niveles de gobierno han estado debidamente fundamentadas con una civilidad completamente vertical y desinteresada que en múltiples ocasiones a predispuesto a las autoridades en contra nuestra, ignorándonos e ignorando con una actitud negada a la negociación y proclive a la restricción de las denuncias de orden cultural.
Referente al progreso cultural, vemos con escepticismo como hemos entrado en un compas de espera que lleva aproximadamente unos 12 años, larga indefinida e incómoda situación aunque se afirme que las instituciones culturales funcionan, nadie lo siente aunque se realicen espectáculos que distraen no se ve proyecto, aunque las autoridades culturales identifiquen con claridad los puntos críticos del mosaico cultural, como decíamos no se advierte ninguna dirección y mucho menos se atienden los reclamos ciudadanos así como su participación es negada por el Gobierno.
Hacemos esta observación en virtud que hace 15 años de haberse creado la Fundacion no existimos para las autoridades culturales. Se ha solicitado por escrito, públicamente, hemos acudido a los señores Gobernadores, Somos testigos de la magnanimidad de los congresistas a favor de la protección de la obra mural del maestro Montoya pero la realidad es otra, han sido innumerables las gestiones en que la Fundacion ha participado incluyendo una de las ultimas en la que proponemos la figura del maestro par que el Museo de la Ciudad lleve su nombre petición que no se acepto sin explicación.
Vivimos un momento de crisis que también se refleja en el medio cultural, brutalmente, casi acaban con los murales del cubo de la Ex – Presidencia Municipal manos inexpertas contratadas por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Publicas del Estado después de que esta Fundacion presento a los restauradores que conocen perfectamente la obra del maestro Montoya en Gómez Palacio Dgo. en la Casa del Campesino y empezaron con los murales del edificio Municipal pero rápidamente fueron rechazados por que cobraban muy caro. y sustituidos por los mismos inexpertos que ahora están en el Palacio de Gobierno
Para algunas personas tal vez les parezca un tanto reiterativa la mención de la obra artística del maestro Montoya y la de su padre Dn. Benigno Montoya Muñoz pero si somos observadores los principales trabajos artísticos en la ciudad, en el interior del estado y aun en todo el país, son de estos dos artistas y la actividad artística, gira en torno a ellos (Monumentos, Edificios, Esculturas, Murales una Escuela de Pintura y Escultura y Artesanías y el ejemplo de personas integras.)
Sería muy deshonroso que la Fundacion no se preocupara por participar en los problemas que aquejan a la cultura y su entorno, permanecer al margen es algo que no tenemos contemplado.

Noviembre 2011

FRANCISCO RUGO MONTOYA BURCIAGA MAURICO YEN FERNANDEZ
PRESIDENTE VICE-PRESIDENTE

venerdì 14 ottobre 2011

Carta a Benigno Montoya, 1962

Gracias a la colaboracion de CdeC de Durango, hemos recuperado esta valiosisima imagen




Se trata de un documento en el que consta que Benigno Montoya de la Cruz, en 1962, fue el director de la Escuela Federal Francisco Javier, en Vicente Guerrero, Durango; pero interesa el hecho de no recibir mas informacion al respecto, como saber si se refiere a una escuela primaria, a una secundaria o bachillerato, saber tambien a que Francisco Javier se refiere.